Amigos enemigos

septiembre 06, 2014

Estás ahí, reunido con tu grupo de amigos, tu mancha, los patas de toda la vida, o al menos eso es lo que todos los que te rodean ven; como si fuese el mismo grupo de amiguillos reunidos cuando estabas en el jardín, compartiendo con toda la inocencia del mundo.

- ¿Qué fue weón?
- Habla tío, ¿qué novedades?

Y así empieza la conversación, que frecuentemente termina en una invitación para tomar un par de chelas. Tienes tu grupo, gente con quien compartir tus cosas, muchas veces cosas que no les confiarías ni a tus padres.

Pero hay de toda clase, gente que se presenta con todas la buenas intenciones del mundo, gente que podrías decir que son las que van a traer la paz mundial. Te haces su amigo, todo bien un tiempo, hasta que al final demuestra sus verdaderas intenciones; tratan de estar delante tuyo, pero no contentos con eso, quieren estar delante tuyo contigo atrás, tirado, casi moribundo, sin posibilidades de que puedas dar al menos un paso. Aquí el "tratan de estar delante tuyo", obviamente tú no se lo vas a dejar fácil, vas a entrar en la batalla, y con todo el armamento que tienes.

Así esto se convierte en toda una competencia, sabes que no te va a ganar, y él sabe que tú no se lo vas a poner en bandeja, todo servido. Pero misteriosamente siguen siendo amigos, claro que ya el saludo y todas las conversaciones se tornan un tanto hipócritas, a pesar de esto todo fluye. 

Acostúmbrate a la soledad 

No vamos a negar que estos tiempos están bien jodidos, así que si no te vales por ti mismo no vas a avanzar, y si lo logras no va a ser una distancia respetable. No importa con quién estés, las personas que te rodeen o tu fiel grupo de amigos. NO, nunca confíes en nadie, y si tienes dudas, pues inténtalo, y te darás cuenta de lo que hablo. Siempre tendrán una oportunidad para fallarte, y lo harán en los momentos más críticos de tu vida, lograrán sacarte de quicio, tanto que quisieras mandarlos al diablo; pero también por alguna razón no lo haces y así va creciendo, en parte porque tú no lo evitas, tu grupo de amigos con trato hipócrita nivel 99. 

Te quiero, maldito desgraciado


Todo un despelote se genera; hasta este punto tú y los demás saben que no es una amistad sincera, siempre reinará la tensión, saben que en cualquier momento cualquiera va a estar detrás del otro con una daga en su cuello apuntando la vena yugular. 

Llega un pequeño break, nos vamos a compartir un rato, vienen unos traguitos y luego continuarla con chelas, el humo del cigarro y otras cosas más que no te dejan ni distinguir los rostros de los demás. Tras corear algunas canciones; empieza el debate, ya con el alcohol un poco subido a la cabeza. Todo se vuelve tan sincero, todos los problemas que tienes con aquella persona se lo dices a la cara, te responden con los mismo y pareciera que esa rivalidad, esa tensión acabara esa noche. Lágrimas y risas por todos lados. ¡Todos somos hermanos esa noche! 

No olvides que es mejor estar solo 

Al día siguiente, todo lo dicho pasa a ser historia. Se vuelven a mandar al carajo, alucinando que le dijiste cosas que nunca se te habían pasado por la cabeza y que consideras buenas ideas para decirle al próximo que se lo merezca. Entonces tras una sonrisa haces lo mismo y todo empieza tal y como estaba. Sigues con ese grupo de amigos; pero al final estás solo. 

Al final ya todo te vale un comino y sabes que es mejor estar así. No es fácil encargarse de todo; pero al menos tienes a ese grupo de persona que saben algo más de ti que cualquier otra persona; les vas a encargar algo, pero siempre vas a tener un as bajo la manga por si algo sale mal. 

La vida sigue, lo vas a ver con todo el optimismo y poco a poco te darás cuenta que será mejor así y que a pesar de todo...


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