Planificando viajes

septiembre 14, 2014


En realidad tengo la costumbre de no planificar mis viajes, por lo menos no mucho. Cuando mi familia decide viajar siempre se nos ocurre días antes de hacerlo, estamos bastante acostumbrados a realizar viajes cortos, que en proporción a la distancia son generalmente 3 a 5 días que nos tomamos; esto creo que es principalmente por el trabajo de mis papás.

Nadie en mi familia sabe conducir un auto, si todo sale bien esto cambiará este verano cuando saque mi licencia; por este motivo es que ni tenemos auto, entonces la única alternativa para viajar en nuestro caso es ir a la terminal de buses y coger uno que vaya a nuestro destino, o según sea el caso y por motivos de distancia o tiempo, tomar un vuelo; pero son raras veces, al menos yo aprecio más viajar en bus porque puedo disfrutar de los paisajes en el camino y conocer nuevas ciudades o pueblos por donde pase la carretera.

Todo comienza con que hayan días de feriado largo o alguna ocasión donde todos los miembros de mi familia tengamos un tiempo libre respetable por lo menos para viajar unos 3 días, en estos casos escogemos destinos relativamente cercanos, donde al menos de los 3 días podamos estar 2 ya en el destino (1 día de viaje, entre ida y retorno), la idea es salir de la ciudad y la vida cotidiana y un tanto monótona. Mi papá siempre es el entusiasta que empieza con la idea, luego le sigue mi hermano si es que también está de acuerdo con el destino y las cosas que se van a hacer, de ahí pueden pasar dos cosas, que mi mamá se anime después y traten de convencerme de hacerlo o que yo me anime y mi mamá esté dubitativa, siempre pasa una de las dos cosas. En general yo prefiero evitar viajes donde vaya a hacer lo que siempre hago o lugares que ya conozco lo suficiente; pero si se animan todos tampoco me pongo de aguafiestas; siempre tengo ocio de ir a lugares que ya conozco, en especial si son ciudades, prefiero un millón de veces ir a conocer lugares turísticos de culturas ancestrales; la playa también prefiero evitarla, no tanto como las ciudades; pero si se presenta la oportunidad voy solo a tomar sol y a comer, un pequeño tiempo lo uso para refrescarme un rato, claro que al día siguiente pago las consecuencias por olvidarme el bloqueador solar, algo que siempre me pasa y que a pesar de que mi mamá siempre me lo dice no me aplico la cantidad suficiente, creo que por eso tengo todo mi cuerpo de diferentes tonalidades en diferentes zonas.

Bueno, luego de que se presente la propuesta y que todos estén de acuerdo, planificamos el día y la hora en la que viajaremos, suele ser en dos o tres días luego de la idea, generalmente la hora en la que viajamos está entre las cuatro y ocho de la mañana, a mi mamá nunca le gusta viajar de noche pues lo considera peligroso, a mi tampoco pues no veo casi nada y termino por dormir en todo el viaje.

Los pasajes los compramos minutos u horas antes de viajar, todo es rápido, a veces si no tenemos suerte en encontrar asientos pues viajamos algo incómodos; todo se soluciona al llegar al alojamiento o a una casa, claro, bastante molidos por el viaje y tras una noche de reconfortante sueño sientes que esa fue el mejor sueño que tuviste.

En cuanto al equipaje, equipamiento y cosas que se tienen que llevar generalmente no es mucho, un par de pantalones o jeans, unos polos, unos dos juegos ropa interior, zapatillas y objetos de aseo; mi papá acostumbra llevar su cámara fotográfica a pesar de que tiene el smartphone, mi mamá nunca se olvida de llevar comida, generalmente algunos dulces, chocolates, fruta y alguna bebida como yogurt o los jugos de fruta; mi hermano y yo alistamos siempre la batería de los celulares, los audífonos y algunas cosas para distraernos, al menos para mi la música nunca tiene que faltar, en estos casos mis audífonos son mis fieles compañeros.

Y así solemos planificar los viajes, al retorno la mayoría de veces estamos satisfechos por el viaje, algunas veces no. En fin, planificamos un viaje para otra fecha que casi nunca se cumple por algún motivo; un 90% de los viajes siempre salen de imprevisto por lo que no son gran cosa. El otro 10% son ideas de viaje que se nos ocurre cierta fecha, pero que se realizan luego de un largo tiempo después, como el viaje a Cusco en vacaciones del año pasado.

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